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La Frecuencia Schumann corresponde a la resonancia del campo electromagnético de la Tierra, la cual ha sido muy útil en varios aspectos del desarrollo humano, como por ejemplo el monitoreo del clima. Esta frecuencia siempre se había reportado estable en 7.8 Hertz, desde su descubrimiento en 1952 por Winfried Otto Schumann. Un dato clave es que estas ondas vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos, especialmente en las ondas Alpha que corresponden a los estados de relajación.
El sábado 17 de junio se presentó un aumento histórico en la Frecuencia Schumann, de 7.8 Hertz a 12 Hertz, lo cual implica un salto cuántico que afecta nuestra conciencia y modifica nuestro ADN, esta es la prueba científica más visible, que nos muestra el cambio planetario hacia una nueva Tierra y una nueva humanidad.
Lo que estamos viviendo es como un tsunami energético que nos hace más sensibles, pero también hace que nuestras emociones se alteren, que todo lo oculto emerja, que se aceleren las manifestaciones de nuestros pensamientos, y que nos sucedan cosas que se escapan a la explicación de la lógica.
Éste es un cambio que influye tanto positiva como negativamente, inclusive puede afectar bastante, desde las personas más vulnerables hasta las de mayor nivel de conciencia, por lo tanto es muy posible que se aumente nuestra creatividad y nuestras habilidades mentales, o que se dé un incremento en los niveles de suicidio o en las diversas psicopatologías.
La clave más importante, es que si se activa la magia a nivel planetario, todas las manifestaciones que experimentemos dependen principalmente del tipo de vibraciones, de pensamientos y de emociones que llevemos en nuestro interior, así es que lo mejor en estos momentos es vibrar alto, seguir el camino con corazón, y redireccionar la atención hacia lo más positivo de nuestro entorno y de nosotros mismos.
Existen varias formas de elevar la vibración, en el campo físico es recomendable hacer ejercicio, disfrutar de los hobbies, cantar, bailar, pasear, ir a la naturaleza, hablar con los seres queridos, y acariciar las mascotas. En el campo mental es recomendable leer cosas positivas, reprogramar la mente, agradecerle a la vida por todo lo que nos da, rodearse de personas con buena vibra, y escuchar música relajante. En el campo emocional lo mejor es mantener buen ánimo, perdonar, trascender los miedos, y sanar el estrés. Y en el campo espiritual lo más recomendable es meditar, orar, hacer rituales místicos, tener fe viva, y conectarse con los ángeles.
El aumento en la Frecuencia Schumann, genera dos tipos de problemáticas: enfermedades físicas y enfermedades psicoemocionales. A nivel físico se presenta un incremento de síntomas, que cuando la persona se hace exámenes médicos salen buenos siempre, quedando más confundida que nunca y desamparada por la medicina tradicional; y a nivel psicológico, este cambio genera un incremento en las problemáticas mentales y emocionales, como ansiedad, pánico, estrés, depresión, sinsentido, tendencias suicidas, irritabilidad, hiperactividad, trastorno bipolar, esquizofrenia y adicciones.
Por todo lo anterior, el objetivo principal de este libro es poder guiar a las personas para que logren hacer el cambio de personaje, y así adaptarse a la nueva frecuencia del planeta, que no admite nada tóxico ni oxidante.
Mi propósito de vida es trabajar por esta causa, debido a ello he creado en Cultura Neuroactiva una productora de contenidos, para hacer campañas de pedagogía ciudadana a través de nuestra página web y nuestras redes sociales, en donde ofrezco pautas claras para manejar el mal y realizar el cambio de conciencia, y también ofrezco terapias de Sanación Cuántica y de Biodescodificación, para hacer asesorías personalizadas que faciliten este cambio de personaje.
Para entender los milagros que ocurren en la Sanación Cuántica, hay que tener claro que las enfermedades físicas o mentales forman parte de la ecuación del personaje viejo, por eso cuando la persona cambia los hábitos dañinos por hábitos saludables, se transforma en un personaje nuevo, creando con esto una nueva ecuación en donde ya no aparece la enfermedad, sencillamente porque en el nuevo personaje ya no se requiere.
Necesitamos adaptarnos a la nueva frecuencia del planeta, por eso lo que sigue a continuación, es que cada quien se enfoque en un cambio de vida, buscando trascender y sanar todo lo que sea tóxico y oxidante en los diversos aspectos de su ser. Debemos depurarnos lo máximo posible y trabajar en el cambio integral de paradigma, lo nuevo ya llegó y una nueva humanidad nos espera.
