Cambio de Conciencia

El Poder de la Muerte y el Poder del Sexo

Los dos motores que tiene el ser humano para «hacer en la realidad», son el temor y el deseo, los cuales manejamos de forma desestructurada, y esto genera múltiples de los trastornos mentales y de comportamiento. Cuando se trasciende el temor éste se convierte en el poder de la muerte, y cuando se trasciende el deseo éste se convierte en el poder del sexo, lo cual implica un poco trascender por encima del bien y del mal para poder alcanzar la tercera vía que es la vía de la integración, la sanación y la liberación. Ahora conozcamos un poco más sobre estas dos maestrías que alcanzan las personas de más alto nivel de conciencia.

 

El Poder de la Muerte
  • La muerte representa la fuerza de la destrucción, asociada al Thanatos, a la destrucción y al miedo, es lo que genera el sinsentido y la desmotivación, para sabotear los buenos propósitos, robar la energía, bloquear las cosas en el mundo y estancar a la persona.
  • Cuando no se tiene el poder de la muerte y los temores se hacen realidad, el instinto desestructurado de la persona reacciona sintiéndose víctima, sintiendo frustración, rabia, autocastigo, ira, poca autoestima, no merecimiento, ausencia de seguridad y de empoderamiento del tótem, culpa y agresividad.
  • El poder de la muerte es la capacidad de soportar dolor, adversidad, desgracias y problemas, pero sin quejarse, sin autocompasión, y sin emociones negativas.
  • Es la capacidad de no tomar nada personal, para no quedarse fijado en las cosas negativas, y poder pasar por las circunstancias duras de la vida sin darles tanta importancia, teniendo empoderamiento, y enfocándose siempre en las cosas positivas y esenciales que están al lado de las negativas.
  • Superar la prueba de la muerte equivale a entender al temor y a los problemas como parte de la ecuación de la vida, y a eliminar la preocupación entendiendo la perfección de todo lo que ocurre en la realidad, logrando así dejar la miseria humana, y poder enfocarse en lo contrario que es el camino con corazón, el vivir consciente y la conexión con lo trascendente.
  • La clave fundamental para trascender la muerte es entender el sentido positivo de la situación maluca, si no hay entendimiento de todo lo bueno que trae la adversidad, queda imposible trascender la situación y recuperar la estabilidad emocional. Entender equivale a saltar del porqué al para qué.
  • Tener el poder de la muerte es que la muerte lo toque a uno y que las emociones no se le alteren para poder observar lo negativo sin dejarse sacar del centro, por eso el poder de la muerte es la verdadera liberación del temor. El miedo es el velo que no nos deja encontrar el poder de la muerte, el miedo o temor es el nombre vulgar del control.
  • Tener el poder de la muerte equivale a volverse amigo del displacer y de la dificultad, de los no resultados, del trabajar gratis, y de la escasez, pero no por masoquismo sino por conocimiento del sinnúmero de beneficios que trae, por eso hay que hacerse amigo de eso que aparentemente es lo peor del mundo. Puede parecer exagerado, pero los verdaderos maestros no huyen de los problemas sino que los buscan, ya que saben que estos son sus aliados en el camino del conocimiento.
  • Con el poder de la muerte se trasciende la condición de víctima y la importancia personal, sin importancia personal la muerte se queda sin donde tocarlo a uno, y entonces se inicia el proceso de salida de “la matrix” que conduce a empoderarse del ser real para llegar a la verdadera vida.
  • Necesita uno darse cuenta que está mocho, para que le aparezca la mano con poderes. Por eso el que ayuda al mocho no lo quiere, y el que no lo ayuda con la consciencia y esperanza que le salga la mano con poderes, si lo quiere, teniendo en cuenta que el poder de la muerte se libera trascendiendo la razón, la emoción, la importancia personal y el temor.
  • Liberarse del temor y trascender por encima del bien y el mal, es un proceso que tiene dos partes, la parte humana es la fuerza inferior y la parte espiritual es la fuerza superior. La parte humana debe llegar al límite del esfuerzo hasta perder, soltar, entregarse, sentirse derrotada, aceptar la muerte, aceptar el límite, hacer el duelo, cuando la aceptación llega y el ser suelta, ahí es cuando Dios agarra. Cuando el ser se arrodilla es cuando sucede el milagro y la fuerza superior baja por fin y abraza a la fuerza inferior, lo cual corresponde a que se desate el nudo del problema y llegue la manifestación de la solución.
  • Cuando se trasciende la ilusión, o sea la malinterpretación de la pérdida, del mal o del daño, uno se empodera del observador y la ira se convierte en entendimiento, compasión y risa. Para trascender la ilusión totalmente, la fórmula es una dieta de dolor y sufrimiento que lo lleve a uno hasta las últimas consecuencias, lo que equivale a sentir que ya no se soporta más. Si la desgracia no mata a la persona y se soporta la prueba hasta superarla, ahí es donde llega el entendimiento y el ser se casa con la humildad y la sabiduría, con la ausencia de importancia personal, y con la presencia del observador, así es como se estructura la mente para experimentar la realidad sin temor ni sufrimiento.
  • Cuando la persona reacciona emocionalmente desbocada ante una situación negativa, pero todo lo que se le ocurre al instinto para reaccionar mal ya se ha experimentado, entonces el ser lo descarta, y cuando ya lo ha descartado todo, ahí es cuando se siente que ya no se aguanta más y no queda otra sino entender el secreto de la situación, por eso llega la libertad del carcelero que es la importancia personal y no el problema en sí, por eso cuando la persona entiende el problema lo toma como una prueba o como un maestro oscuro que va a traer sanación en algún aspecto desequilibrado o enfermo. El secreto de la liberación es neutralizar el instinto básico que es el reactivo, lo cual se hace con el recuerdo de todas las experiencias de reacción negativa, ahí es cuando se trasciende al maestro oscuro, que deja de tener el poder de fusionarse con la persona cuando ésta eleva su vibración.
  • Cuando se trasciende la muerte se llega a la alquimia pura que significa arder sin quemarse, caminar por encima de las aguas de las emociones o volar por encima del pantano, sólo entonces el ser podrá estar verdaderamente invulnerable frente a las innumerables vivencias de dolor y adversidad, que forman parte de la perfección de la vida.
  • No juzgar nada como bueno o malo, vivir las cosas como algo perfecto. Lo que no sale es porque me muestra otras formas de hacerlo. El juicio conduce a dudar y a votar toda la energía. No juzgar sino jugar. El jugar es neutral, no juzga el resultado, hay un disfrute por experienciar y aprender. Juzgar viene del miedo, jugar viene del hacer con amor y decisión. Las sombras salen a la luz cuando necesitan ser cambiadas o trascendidas.
  • La fe es confiar en la parte invisible. No ponerle condiciones a la vida. No pelear con el ritmo del alma, cuando el ego espera algo es que uno pelea con el alma, en lugar de esperar conectarme con esa energía invisible.
  • Alguien o algo que me agrede es un maestro oscuro llamado por el alma. El aprendizaje es vivir en la incertidumbre para poder que el nagual entre a mi vida y me toque. Si no me dejo sabotear por los temores la relación con el nagual salta de juzgar a jugar, empoderándose del remo que es la identidad nagual con fe viva.
  • Cuando nos conectamos con lo divino se pone en equilibrio el ego, entre el masculino y el femenino, y ahí se acaba el sufrimiento y la angustia.
  • Hay que observar los miedos para no identificarse con ellos, miedo a perder, a ser rechazado. Estamos acá para cambiar eso.
  • Observar esta energía y permitirla, sin juicios y sólo sentir. Imaginar qué haré o dónde terminaré es escapar. Permitir que el miedo o la calma estén ahí, y me lleven donde me tengan que llevar, hay que permitir ese estado para poder integrarlo.
  • Hacer las pases con lo oscuro e integrarlo. Hay que mirar lo que no se acepta, entender la causa, y trabajar para crear el equilibrio. El camino con el mal es entender la raíz del temor, para integrarlo.
  • Tener conciencia sobre el temor es observar los miedos para no identificarse con ellos: el miedo a perder, a ser rechazado. Estamos acá para cambiar eso, por eso cuando el miedo se va, se soluciona la situación.
  • La clave para trascender el temor y todas las cosas negativas de la vida, es entendiéndolo hasta amarlo, por eso es que el maestro oscuro le dice a uno: Cuando no me quieras es porque me necesitas, entonces no me iré, pero cuando me quieras es porque ya no me necesitas, entonces me iré. O sea que cuando el maestro oscuro que viene de parte del espíritu y de la vida, le entrega a uno el mensaje y uno por fin entiende, ahí es que se va el mal o la situación inaguantable, ya que cumplió su única misión que no es más que sanarlo a uno.

 

El Poder del Sexo
  • El sexo representa la fuerza de la vida, asociada al eros, al amor, al bien, a la creación y al deseo, es lo que genera el sentido, la motivación o el impulso, para darle vida a las ideas y movimiento a la realidad.
  • El poder del sexo se libera trascendiendo el deseo, que es el instinto salvaje, trascendiendo el querer egoísta, cambiando de paradigma para enfrentar el mundo y la acción, dejando que las cosas sean, sin ponerles prejuicios ni resistencias.
  • El poder del sexo significa elevar el instinto a una octava superior hasta convertirlo en amor.
  • Trascender el sexo es darse cuenta que cada instante es una creación, es recuperar la responsabilidad sobre cada instante. El poder del sexo es el poder de crear y de ingresar en el terreno de lo novedoso y de lo ilimitado, por eso lo único que lo libera es pasar por la muerte, por eso la muerte en realidad se llama es cambio, muerte-renacimiento, transmutación, terminar un capítulo para darle inicio a un capítulo nuevo.
  • El poder del sexo es el poder del equilibrio para lograr crear y sostener la manifestación, es tener la humildad para entender y aceptar que el cómo y el cuándo son de Dios.
  • El poder del sexo cuando está desestructurado se manifiesta en alta emocionalidad y en no tener manejo del tiempo, ya que a todo se le dice que sí, lo que genera compromisos y exigencias excesivas que finalmente la persona no puede cumplir.
  • Cuando en el deseo se junta la inexperiencia con la importancia personal, esta es la fórmula perfecta para genera estrés, frustración y autocastigo.
  • No saber desear equivale a desear metas no esenciales provenientes de los gustos y modas del inconsciente colectivo, equivale a desear muchas cosas sin enfocarse en ninguna específica, equivale a hacer exigencias psicorrígidas afuera y adentro, a no tener tolerancia ante la frustración, ni aceptación ante las circunstancias adversas.
  • La realidad que uno busca es algo falso (el deseo), lo único verdadero es la realidad que llega (la necesidad). La realidad del deseo es una realidad aumentada, que tarde o temprano la aterriza el principio de realidad, que cuando llega, le arrebata el deseo a la persona y por eso es que se sufre. Cuando la liberación llega es porque la persona entiende lo falso de esa realidad aumentada, que actúa como saboteadora del potencial que clama por salir.
  • Al alinear el deseo con la necesidad la persona pasa su atención del afuera al adentro, iniciando con un proceso de aceptación, en donde la frustración debe saltar del por qué al para qué. Pasada la crisis de la quitada del control, la persona entra en un proceso de observación y entendimiento en el que cae todo lo falso, para poder por fin centrarse en el cultivo de lo verdadero.

 

Autor: Juan David Silva Aguirre

culturaneuroactiva@gmail.com

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