Origen del Bien y el Mal
El bien va mucho más allá de unas virtudes y valores, y el mal va mucho más allá de un simple defecto o patología, ya que los dos tienen su origen en las profundidades del inconsciente y del cosmos, es por esto que para hablar de sus orígenes nos tenemos que remitir al argumento cósmico, el cual tiene muchas versiones, la versión que les voy a presentar es un rompecabezas que he armado, compuesto por análisis personales y otras piezas retomadas de diversas teorías, principalmente de la cosmovisión tolteca, el gnosticismo y las teorías de conspiración.
El argumento cósmico inicia con la existencia de un Dios principal creador del universo en todos sus planos, este Dios principal tiene unos hijos, por lo que le adjudicó a cada uno de ellos una parte del universo, el cual está dividido en una especie de parcelaciones, en las que cada hijo construyó un mundo específico con una civilización que lo gobierna.
Este universo dividido en parcelaciones, también cuenta con unas carreteras que las comunican entre sí, las cuales se conocen como la zona de libre albedrío, en donde también se construyeron otros mundos como experimentos para unir a todas las civilizaciones, allí en esta zona es donde se encuentra nuestro planeta Tierra.
Resulta que en uno de los mundos construidos por alguno de los hijos del Dios principal, ocurrió una catástrofe en su civilización, ya que se pusieron a hacer experimentos genéticos para tratar de eliminar el instinto criminal de su especie, y como las cosas les salieron mal, entonces fueron condenados con su extinción, cortándoles la provisión vital de energía desde la misma fuente.
La forma como respondieron ante su exterminio inminente, fue reunir sus sabios para buscar la manera de no morir, y encontraron que la única posibilidad que tenían para ello, era desplazarse a los mundos de la zona de libre albedrío para alimentarse de la energía de aquellas civilizaciones, y de esta manera prolongar sus vidas, así fue que se convirtieron en personajes malignos o demonios. Parece que ya realizaron este plan con éxito, y que la Tierra es el último mundo de la zona de libre albedrío, antes de continuar consumiendo las civilizaciones de los mundos existentes en las diversas parcelaciones de los hijos del Dios principal, esto hizo reunir a todos los dioses luminosos para crear un plan con el objetivo de detener a esta civilización oscura, antes que empiece a acabar con sus jurisdicciones privadas.
Los demonios o extraterrestres oscuros están fortalecidos, ya que vienen de devorar todos los mundos en la zona del libre albedrío, y los ángeles o dioses luminosos vienen con toda a defender sus mundos, y tienen toda la sabiduría y el respaldo del Dios principal. Esta confrontación entre ángeles y demonios es lo que conocemos popularmente como el Apocalipsis, lo que corresponde a la gran batalla de los dioses, y el escenario es justamente la Tierra y el corazón de cada ser humano, o sea que en términos prácticos, los demonios corresponden a todos nuestros defectos, antivalores, patologías, pecados, bloqueos y adicciones, y los ángeles corresponden a todas nuestras virtudes, valores, buenas intenciones y potenciales luminosos.
A los demonios o extraterrestres oscuros, desde este enfoque los llamo “el Usurpador”, ya que de todas las características que los definen, la más protagónica es que son maestros del engaño, que se especializan en usurpar la identidad de los dioses luminosos y hasta de cada ser humano, con el objetivo de alejarnos de lo real y acercarnos a lo irreal adentro y afuera, para así hacernos vulnerable y podernos controlar. Estos seres son entidades interdimensionales, por eso son invisibles a nuestros ojos, ya que viven y actúan desde el plano astral, pero sus efectos son más que evidentes en todos nuestros pensamientos y emociones de baja frecuencia.
Es importante tener en cuenta los diversos nombres con el que se conoce al Usurpador desde las diferentes cosmovisiones: para la religión católica corresponde al mal, al demonio, al pecado, y se manifiesta en todos los antivalores del ser humano y en los actos y pensamientos de maldad, para la Psicología corresponde a las patologías mentales, los traumas y los complejos, para las teorías de conspiración corresponde los Grises, los Dracos y los Reptoides, y para el gnosticismo corresponde a los Arcontes, los Egregos y al Demiurgo, y así mismo hay muchos otros autores que lo investigan y lo mencionan.
Múltiples cosmovisiones afirman que el Usurpador está presente en nuestro planeta Tierra desde los inicios de la civilización humana, de hecho, ellos son el enemigo en común que tiene la humanidad, ya que para cumplir sus objetivos trazaron una inteligente estrategia de guerra que les ha funcionado a la perfección hasta la actualidad, esta estrategia consiste en tres puntos básicos:
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Nos ocultaron las instrucciones de la vida, y nos metieron en un oscurantismo en donde no nos dejan ver las cosas más importantes de la vida, y a cambio nos pusieron un sistema de creencias irracionales (inconsciente colectivo) que se centra en todos los aspectos tóxicos y oxidantes, basados en el miedo, el egoísmo, la supervivencia, la fantasía, y el placer como medio para acceder a la felicidad.
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Adentro en nuestro interior, nos alejaron de nuestro ser real o yo verdadero, y a cambio nos pusieron el ego o falso yo, por medio de una técnica que en la cultura Tolteca llaman la “instalación foránea”, la cual consiste en que bloquearon nuestro proyector de pensamientos y a cambio nos pusieron su proyector de pensamientos, para que se proyectaran en la pantalla de nuestra mente, y que así asumiéramos sus pensamientos como si fueran propios, o sea que como se lo dijo don Juan Matus a Carlos Castaneda: “ellos nos dieron su mente”, una mente tóxica y aberrante, por eso es que los toltecas consideran al ego o importancia personal como su principal enemigo, ya que es lo que más energía consume, es lo que sabotea nuestros buenos propósitos, y es lo que más nos hace sufrir, a tal punto que quien es capaz de vencerse a sí mismo y destronar a su ego, es porque recorre el camino del guerrero impecable y se convierte en héroe.
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Afuera en el mundo exterior, nos alejaron del mundo real, y a cambio nos pusieron el sistema o Matrix, la cual es una realidad aumentada que corresponde al “sistema del viejo paradigma”, y todo para crear un mecanismo permanente en el tiempo, que les permita alimentarse de la energía de la humanidad entera sin que ésta se dé cuenta. Por eso es que los orientales consideran que todo es Maya, una ilusión que empieza desde que abrimos los ojos.
Toda la estrategia de guerra del Usurpador descrita anteriormente, es con el objetivo de realizar sus dos objetivos básicos: el primero es utilizar el miedo para generarnos pensamientos y emociones de baja frecuencia, como la tristeza, el enojo y la frustración, con el objetivo de alimentarse de nuestra energía, y el segundo es utilizar las tentaciones del placer y la fantasía, que conducen a las adicciones y al egoísmo, con el objetivo de convertirnos en sus esclavos controlando nuestra mente y nuestros impulsos, para que hagamos sus intereses a costa de nuestro daño, del daño de los demás y del daño del planeta.
De esta forma fue que el ser humano se convirtió en un prisionero y en un esclavo, que vive al servicio del Usurpador y que cumple sus órdenes al pie de la letra. Esto quiere decir que en realidad no somos la especie dominante del planeta, sino el Usurpador, que nos controla y nos tiene como marionetas, nosotros sólo hemos sido como un guante, pero la mano invisible que mueve las cosas y ha determinado nuestra historia, son los extraterrestres oscuros como especie invasora, por eso es que todo nuestro pasado ha estado teñido de guerras, violencia, ambición y depredación de la naturaleza, por eso es que no hemos sido unos buenos administradores del planeta, estoy seguro que donde la especie humana hubiera estado libre del dominio y de la influencia del mal, la historia sería diferente, más justa, armónica y equilibrada.
Lo que el Usurpador hace con la especie humana se parece a lo que sucede en la naturaleza con los hongos Cordyceps, que invaden a cientos de especies de animales pequeños y de insectos, como por ejemplo las hormigas, en las que crecen desde adentro y les controlan su mente hasta que las matan, inclusive, estos hongos afectan a los instintos de la presa haciendo que se dirija justo a su predador, lo que favorece al mismo ciclo del hongo, logrando infectar a otras especies y hasta arrasar con hormigueros enteros.
Así como lo hacen los Cordyceps con las hormigas, el Usurpador hace lo mismo con la especie humana, y nos siembra larvas energéticas o entidades parasitarias, como por ejemplo defectos, adicciones y emociones de baja frecuencia, las cuales se van comiendo a cada persona hasta que nos logran robar la voluntad, el alma y la vida. Esto es el origen de todas las patologías y antivalores, tanto en el individuo como en la sociedad, lo que también nos tiene actualmente pasando por las crisis y riesgos que amenazan a la humanidad y al planeta.
O sea que el Usurpador no sólo afecta la psique, las emociones, los impulsos, las decisiones y el comportamiento de las personas, sino que también nos utiliza para realizar sus objetivos, convirtiéndonos en unos zombis o en idiotas útiles que controla a su antojo. Conozco el caso de pacientes que en sus meditaciones o visiones internas, han descrito que el mal les muestra cómo se mete en la mente de las personas, y los hace pelear, beber, consumir drogas, ser promiscuos e infieles, deprimirse, ser violentos, sentir pánico, y hasta que se suiciden.
Si esto ya es terrible, la lista sería infinita si seguimos con todas las patologías que hemos normalizado, o sea que debido a la hipnosis colectiva que vivimos, los siguientes aspectos, pese a que no sean sanos ya se ven como normales: trabajar en lo que no nos gusta, tener una pareja a la que no amamos, pasar demasiado tiempo en las redes sociales, tener mal genio a todas horas, vivir preocupados o con estrés, no tener principios ni valores, vivir alejados de Dios, ser materialistas, egoístas, consumistas, vivir al servicio del ego, vivir obsesionados con la libertad de sentir placer sin límites, y estar centrados en las cosas no esenciales de la vida.
La causa de las diversas crisis que vivimos como humanidad, de la infinidad de catástrofes naturales que están ocurriendo, y de que el sistema actual esté a punto de colapsar, es nuestro sistema de pensamiento basado en el ego y el poder, lo cual necesita cambiarse por un sistema de pensamiento nuevo, basado en el vivir consciente y en la libertad del Usurpador.
La manera más sintética de ver el juego de la vida, es que Dios o el Gran Espíritu Padre Madre, le manda a cada persona todo lo que necesita para que tenga una vida ideal, sana, estructurada y sostenible, pero lo que sucede, es que para llegar a esta vida ideal, primero tenemos que superar o trascender la acción del mal. La ecuación es simple, cada aspecto ideal viene en forma de potencial o de sueño por realizar, sueño que casi nunca se cumple, porque el sueño propio y sano es reemplazado por un hábito ajeno y tóxico, que al único que beneficia es al Usurpador, y de esta forma es que toda la atención, la energía, el impulso y la acción, son robados y redireccionandos, para darle vida a defectos y adicciones que alimentan los instintos básicos de forma desbocada, y dejan a la persona en un círculo vicioso descendente compuesto por sobrevivir y pasar bueno (pan y circo), hasta que finalmente la persona es devorada por sus propios demonios de forma psicológica, emocional, energética y física.
La buena noticia es que también existe la opción de vivir consciente, para lo cual primero hay que liberarse del mal y luego hay que casarse con el bien, con el objetivo de aprender a tener un buen gobierno del ser, y así darle un buen uso a todas las posibilidades, y de esta forma poder reemplazar cada antivalor, bloqueo, defecto o adicción, por cada uno de los sueños e ideales que se tenían frustrados, hasta lograr hacer la transición completa de persona normal a guerrer@ impecable, para poder vivir en plenitud y convertirse en la mejor versión de sí mism@.
El Usurpador nos quiere hacer creer que es invencible y que es más grande y poderoso que Dios, pero sencillamente no puede ser más grande que Dios, ya que sólo es una parte de la totalidad, es Dios quien lo permite, por todo el sentido que tiene dentro del equilibrio perfecto. En realidad el Usurpador sólo es la forma que toman los ciclos oscuros de la experiencia, pero es para darnos una mayor conciencia, y que de esta manera la luz salga en nosotros más renovada y fortalecida.
Para ver al Usurpador por encima del bien y del mal, hay que entender que éste tiene una doble función, por un lado es nuestro mayor enemigo, y por el otro lado es nuestro mayor maestro, o sea que en realidad los demonios son maestros oscuros, que nos están ayudando a sanar de patologías y hábitos negativos que nos están matando, por eso los demonios son mandados por Dios, porque la única manera de sanarnos de un mal enquistado es mandándonos un mal mayor, como última oportunidad de que no nos matemos con nuestros propios defectos, lo cual es una operación muy dolorosa pero altamente efectiva.
Finalmente, es importante aclarar que la guerra de los Dioses que sucede en estos momentos, y que tiene a la humanidad como escenario, por el momento la va ganando el mal, con su estrategia de quitarnos las instrucciones de la vida, y ponernos la instalación foránea, el ego y la Matrix, pero existe una última oportunidad de que gane el bien, con la estrategia que tienen los dioses luminosos de poner en el mundo nuevamente las instrucciones de la vida, visibilizar al ego para liberarnos de él, y visibilizar la Matrix para salirnos de ella. Si ganan los demonios o extraterrestres oscuros este mundo se destruye, pero si ganan los ángeles o dioses luminosos se salva nuestra especie y el planeta entero, ya que la humanidad se liberaría del mal y retornaría a la conciencia, al equilibrio, a la armonía, a la sostenibilidad y al buen gobierno.
Por supuesto que ésta versión del argumento cósmico y del apocalipsis, es sólo una de tantas que pueden existir, mi interés no es que sea la más cierta o la más completa, ya que lo que verdaderamente importa es que nos muestre una panorámica general, que nos permita extraer las herramientas prácticas para poder resolver los problemas que nos aquejan a nivel individual y colectivo, y así encaminarnos de forma clara hacia modos de vida saludables y hacia la cultura del vivir consciente.