Niveles de Autoviolencia y Victimismo
Padece de victimismo quien se siente como víctima, aquí la violencia no es hacia afuera sino que es con respecto a sí mismo, por eso también se le llama autoviolencia o víctima interior. La diferencia que tiene el victimismo con el hecho de ser una víctima, radica en que el victimismo no existe la figura del agresor, debido precisamente a que no es generado por algo que viene de la realidad externa, sino por algo que viene de un sentir o de una predisposición mental. El victimismo tiene los siguientes niveles de intensidad:
1. Baja Autoestima.
Se manifiesta en desagrado, incomodidad, frustración, desadaptación, tristeza, soledad y odio a sí mismo. Aquí la persona se siente señalada, excluida, rechazada y juzgada.
2. Complejo de Víctima e Indefensión Aprendida.
Se manifiesta en negatividad, impotencia, desesperanza, sinsentido, problemas de autoestima, no creer en uno mismo, es como una depresión más larga e intensa.
3. Semiautismo.
Se manifiesta en un distanciamiento o desinterés del mundo, en no lograr conectarse con nada, es un estado de no pertenencia, de desolación, de desarraigo, es una sensación de extrañeza.
4. Crisis Nerviosa.
La crisis nerviosa se manifiesta en sensaciones de desespero, agonía, desasosiego, y sentir que se va a enloquecer, y físicamente se siente mareo, maluquera, nauseas, y hasta puede llegar a autoagresiones como dejar de comer, golpearse, arañarse, morderse, cortarse o arrancarse el pelo.
5. Tendencias Suicidas y Suicidio.
Las tendencias suicidas se manifiestan en el gusto por actividades peligrosas, fusionado con trastornos mentales como: No tener motivos para vivir, depresión, trastorno bipolar o sinsentido. Las tendencias suicidas son como suicidarse a plazos, lo cual hace que la persona sostenga hábitos que niegan la vida, ya que atentan contra la propia integridad física o psicológica. El suicidio es la manifestación más grave a la que puede conducir la enfermedad del victimismo, por lo que generalmente es un proceso degenerativo que muestra señales en sus diversas etapas, lo cual es fundamental en la terapia, ya que no sólo se puede sanar sino también prevenir.
Artículo extraído del libro:
“Manual de Paz y Posconflicto Urbano”.
Autor: Juan David Silva Aguirre.
Red de Aportes a la Paz: Terapias de Paz.
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Medellín – Colombia