Aspectos Básicos de la Violencia Intrafamiliar

 

Tipos de Relaciones Conflictivas

Las relaciones conflictivas se dan principalmente con seres queridos o personas con las que se comparte algún aspecto de la intimidad, por eso estas relaciones no se dan exclusivamente en las relaciones de pareja, sino también en las relaciones entre hermanos, padres, hijos, familiares y amigos.

Hay que diferenciar la violencia manifiesta (agresividad) que padecen los hombres, de la violencia pasiva que padecen las mujeres, estas dos violencias son diferentes por fuera pero tienen el mismo potencial de destruir la tranquilidad y la vida, y sobretodo cuando se detonan mutuamente, esto quiere decir que hay tres tipos de relaciones conflictivas:

  • Las más conocidas son las causadas por la violencia física del hombre.
  • Las relaciones enfermizas causadas por la violencia psicológica de la mujer no son tan conocidas pero se dan por igual.
  • Las relaciones que están siendo verdaderamente peligrosas, es un tercer tipo de casos en donde se encuentran ambas patologías en una misma relación y se detonan mutuamente, convirtiéndose en la fórmula para una bomba de tiempo que es seguro que estalle, lo único que no se sabe es cuando ni donde. Esa es la causa de los feminicidios y la violencia intrafamiliar.

Existen excepciones a la norma, por lo que en un menor porcentaje también se dan casos de agresividad en las mujeres, quienes le pegan a sus parejas y hasta los asesinan, y casos de violencia pasiva en los hombres, que utilizan la condición de víctima para manipular a la mujer.

 

Trasfondo de la Violencia Intrafamiliar

Para entender la estructura y el funcionamiento de este complejo fenómeno de las relaciones conflictivas o relaciones de amor-odio, hay que estudiar los dos componentes de la ecuación por separado: agresor y víctima.

Lo primero es entender el problema que enfrenta el agresor en una relación sentimental: Todo empieza cuando la persona se siente agredida por aspectos de su pareja que no le gustan o que no aprueba, y esto hace que sin darse cuenta inicie con agresiones sutiles que terminan por cansar a la pareja, y cuando ésta le reclama o le termina la relación, esto hace que la juzgue culpable por haberle destruido la vida, o sea que por el dolor extremo de sentirse víctima es que siente el impulso de agredir a ese ser querido al que ya ve como traicionero o como enemigo, en otras palabras, debido a la inmadurez emocional, la persona siente posesión sobre su pareja, por lo que el rechazo lleva a un dolor muy intenso en donde el individuo queda ciego de la ira y comete el acto de violencia, el cual sale como un acto incontrolable precisamente por ser un instinto, o sea que “después de los gritos siguen los golpes y finalmente el asesinato”.

Hay que entender que frente a este mundo tan convulsionado en el que nos sentimos tan solos, lo último a lo que se aferra el individuo es a la figura de la relación de pareja, que queda como último símbolo de conservar la unión, la estabilidad, el hogar, la familia, la seguridad, la fidelidad y la incondicionalidad, lógicamente cuando este último estandarte de seguridad se rompe, funciona como un florero de Llorente que la persona se niega a soltar, por lo que cuando se lo quitan a la fuerza, esto le detona todo el enojo, la furia y el instinto de defensa, que debido a su inmadurez emocional se convierte en ira ciega o instinto criminal, lo que finalmente se expresa en agresividad y violencia, convirtiendo a la persona en un agresor o hasta en un asesino. A diferencia de esto, las personas que tienen madurez emocional, reaccionan de una manera saludable cuando sus parejas les reclaman o les terminan la relación, por lo que no se convierten en agresores.

Lo delicado es que este mismo fenómeno de utilizar el dolor que produce la sombra o el rechazo de un ser querido, como justificación para utilizar la agresividad y la violencia en su contra, se está presentando en todo el mundo como manifestación de la extrema polarización que estamos viviendo, la cual genera grupos radicales ya sea de ultraderecha o de ultraizquierda, que atacan y matan a todo aquel que esté en el bando contrario, llámese oposición, delincuentes, mendigos, homosexuales, defensores de los derechos humanos, narcotraficantes o consumidores de drogas. El gran error de esta clase de personas, es que el exceso de confianza los hace cometer abusos de poder, ya que toman el pedazo de verdad que tienen de la situación, para hacerle daño al otro e impartir justicia privada, o sea que pueden tener la razón pero esa no es la forma de hacer un reclamo ni de proceder con respecto al error o la ofensa, ya que no hay ningún motivo que justifique agredir o matar a otra persona y menos a un ser querido, por mas grande que sea la diferencia o la ofensa.

Lo segundo es entender el problema que viven las víctimas en una relación conflictiva, con un ser querido que amenaza la integridad emocional, psicológica o física, con quien por lo general no se pueden negociar temas que no son negociables, como que no hayan gritos, alegatos, amenazas, escándalos o golpes, estas manifestaciones ya se pasan las líneas rojas del sistema de defensa interno, por lo que detonan la guerra o el destierro, lo cual no soluciona el problema sino que muchas veces lo empeora, es por esto que el reto que enfrentan las víctimas es complejo: “Cómo convivir con un ser querido al que le da una enfermedad emocional o un defecto que lo convierte en agresor y que no es posible sanar”, por lo que es mejor mirar en detalle las tres posiciones que se pueden tomar frente a esta situación:

  • Dejar de hablarle al ser querido agresivo y eliminarlo de la vida por el peligro que ofrece. Esa no es la solución porque uno no se puede abandonar a uno mismo, ya que el oponente que es al mismo tiempo un ser querido, es parte de la ecuación y por eso forma parte de uno mismo, por lo que hay que mejorar el trato con el éste en lugar de pensar en soltarlo.
  • Pelear por las ofensas recibidas para defenderse e impartir justicia. Eso no es la solución sino un acto egóico que genera daño mutuo, perpetúa la cadena de violencia, y genera degradación y miseria.
  • Asumir el esfuerzo que implica la sanación mutua. Esto si tiene posibilidades reales de resolver el dilema que trae una relación enfermiza, aunque esta opción implica asumir un alto costo, ya que se debe tener la madurez emocional suficiente, como para estar dispuesto a salirse de la zona de confort, y así logar ver lo que la sombra del otro me refleja, con el objetivo de concientizarlo, trabajarlo y sanarlo, e igualmente, para procurar la sanación del otro como parte del proceso de sanación propia. Así sea la más difícil, esta tercera vía de comprensión y sanación, si ofrece posibilidades reales de solucionar los problemas de convivencia.

La situación es grave para las víctimas de las relaciones conflictivas, según reportes de los organismos del estado especializados en la mujer, los ataques contra ésta son el pan de cada día en el país, en promedio 4 de cada10 muertes se genera por la violencia de género, en el 2016 se registraron en Colombia más de 49.000 casos de violencia intrafamiliar y más de 900 feminicidios. Para agravar la situación, las denuncias no sirven de nada porque todo sigue igual, los protocolos no funcionan, las leyes no se aplican, las medidas de protección se reducen a un simple papel, las casas refugio no tuvieron buen resultado, y el 90 % de los casos de feminicidio están en la impunidad, esto comprueba que el aparato de justicia y los protocolos de atención a las víctimas no están funcionando, lo cual perjudica principalmente a las víctimas, que son mujeres en su mayoría, quienes se sienten en peligro todo el tiempo debido a que sus victimarios las persiguen y las amenazan, por lo que terminan viviendo una prisión y un infierno. Las principales rutas de atención que tiene el gobierno para las niñas, adolescentes y mujeres víctimas de la violencia, corresponden a la línea de atención en violencia contra la mujer 155, y a la página web Sofía (http://www.sdmujer.gov.co/Sofia/), Secretaría de la Mujer.

 

Causas Principales de la Violencia Intrafamiliar

  • La primera causa es la existencia silenciosa de inmadurez emocional en un alto porcentaje de la población.
  • La segunda causa corresponde a un incremento en las reacciones emocionales explosivas debido a un aumento en las manifestaciones psicológicas del cambio planetario, lo que está generando una crisis social con múltiples síntomas.
  • La tercera causa corresponde a que están institucionalizadas en nuestra cultura las relaciones de pareja tóxicas, en donde es muy normal entregarle el control de la propia vida a la otra persona, por eso cuando esta situación coge ventaja es que vienen las problemáticas graves de violencia, ya que en el momento en que la víctima quiere retomar el control de su vida entonces le toca terminar la relación y echar a al agresor, pero si éste padece de inmadurez emocional va a tomar esto como un gesto de agresión, al considerarse como administrador o propietario de la otra persona, por lo que va a detonarle el instinto criminal y a producirse un acto de violencia.

 

Consecuencias Negativas de las Relaciones Conflictivas

El desenlace más negativo en este tipo de relaciones, cuando el agresor es el hombre, se empiezan a subir sus manifestaciones de agresividad, hasta que finalmente termina por darle a la mujer una golpiza o cometer un feminicidio, y cuando la agresora es la mujer, se empiezan a subir las manifestaciones de violencia psicológica (reclamos, discusiones, enojos, escándalos), hasta que finalmente termina por hacer que el hombre entre en una crisis de pánico y se agreda a sí mismo o agreda a la mujer.

En cualquiera de los casos, una relación conflictiva pone a las dos personas a vivir un infierno soportable, y por eso este tipo de relaciones no son sostenibles a largo plazo, es por esta razón que cuando no se pueden resolver a tiempo, tienen una alta probabilidad de conducir a experiencias traumáticas mutuas, que irán en aumento hasta que finalmente una de las dos partes ya no aguante más y colapse la relación, que cuando es por el lado de la víctima, ésta simplemente toma la decisión radical de terminar, pero cuando es por el lado del agresor, este colapso puede manifestarse desde ataques de ira hasta amenazas de muerte, golpizas y asesinatos.

 

Las Relaciones Conflictivas como Problemática Social

Nuestra sociedad pasa por una especie de crisis del amor, en donde no sabemos amar, no sabemos dar desinteresadamente, no nos enseñan a pensar en el otro, y lo peor es que confundimos con amor toda una serie de tóxicos emocionales, como: Apegos, celos, adicción sexual, obsesiones y dependencias, o sea que esta inmadurez emocional colectiva junto con otros factores es lo que está generando problemáticas sociales como: Violencia contra la mujer, feminicidio, la desintegración de la familia como núcleo social, la soledad como opción, aumento de los divorcios, embarazo en adolescentes, madresolterismo, la tendencia a preferir mascotas que hijos, y el aumento en los hijos no deseados (el 50% de los nacimiento actuales en Colombia).

En estos momentos la violencia de pareja es uno de los problemas de salud pública más delicados y prioritarios, o sea que de los casos de violencia contra la mujer, violencia intrafamiliar y feminicidios que se han registrado en los últimos tiempos, son sólo un pequeño porcentaje al lado de los que están a punto de ocurrir, esto quiere decir que literalmente muchas personas están “durmiendo con el enemigo”, lo que significa que tienen el riesgo de ser lastimadas, aprisionadas y hasta asesinadas, y lo que ven a simple vista es a alguien amoroso y muy mal genio, que nunca se imaginarían que hiciera un acto criminal. El problema delicado con las relaciones de pareja, y sobretodo con los matrimonios, está en el arquetipo de las relaciones de amor-odio, el cual se caracteriza porque el agresor devora energéticamente a la víctima, poniéndole en riesgo su integridad física, psicológica y emocional.

 

El Conflicto y la Prisión Infierno, los Arquetipos de la Liberación

El espíritu del conflicto al interior de las relaciones de amor-odio, es mucho más que un problema de comunicación o un malentendido, lo que sucede es que como las personas están vibrando en diferentes frecuencias, entonces no hay sincronía ni correspondencia, lo que elimina la conexión en la comunicación, haciendo que el mensaje que sale del emisor, al receptor le llegue justamente lo contrario, por lo que se genera un conflicto creciente que conduce al daño total en las comunicaciones y al colapso de la relación. Esta pérdida de las comunicaciones hace que un mismo evento sea interpretado de dos formas completamente diferentes, por lo que desaparece el evento como punto de referencia de la realidad, y se inicia una danza entre las sombras de las dos personas que termina en confrontación y algunas veces en agresiones.

Cuando se vive el conflicto en las relaciones de manera desestructurada, se siente como contradicción y conduce al círculo vicioso de la pelea y la reconciliación, que es lo que se padece en las relaciones de amor-odio, en cambio cuando se vive de forma estructurada, la persona va mas allá de la contradicción porque entiende el contrasentido que existe en la situación, lo que le hace ver claro que cada parte está defendiendo su verdad, y por ello no pone a las dos partes a pelear, sino que busca que compartan sus posiciones diferentes, pero ya de una forma respetuosa, armónica y fluida.

El conflicto se puede pelear, se puede evadir, o se puede asumir y resolver, cabe aclarar que existe una confusión cuando se evade el conflicto, ya que esta misma manifestación puede tener dos causas completamente diferentes, el conflicto se evade por inmadurez emocional cuando la persona vive la contradicción y sale afectada por la discusión, y el conflicto se evade por madurez emocional cuando la persona es capaz de observar el contrasentido, y esto le da la posibilidad de no echarle la culpa al otro, y de no perder la calma en medio de la confusión.

Por lo general las personas no resuelven la causa del conflicto que está en ellos mismos, sino que evaden su sombra, inclusive pensando que lo hacen por madurez emocional, y por eso es que a la vida le manda a la persona un mecanismo de choque para liberarla, con el objetivo que vea sus defectos y antivalores, ya no tan afuera como para que pueda deshacerse de ellos fácilmente, sino que se los manda en situaciones peligrosas o displacenteras que se le salgan de las manos y que la pongan a vivir una problemática de la que sea imposible soltarse, por eso es que este arquetipo recibe el nombre de prisiones infierno, el cual tiene tres manifestaciones principales: En las personas se manifiesta como enfermedades crónicas y autoinmunes, en las parejas o grupos se manifiesta como relaciones de amor-odio, y en las sociedades se manifiesta como problemas de salud pública.

Las prisiones infierno son maestros oscuros que corresponden a mensajeros del yo superior, por eso no hay nada que los detenga en la misión de ayudar a cada persona a ver aspectos de su sombra que están fosilizados y que no han podido salir. La clave para entender, manejar y resolver a estos maestros oscuros que se esconden en las adversidades extremas, es no tratar de sacarlos de la vida por la fuerza ya que esto es imposible y desgastante, debido a que la única forma que existe para que ellos se vayan, es ayudándolos a conseguir su objetivo, con el acto de terminar de sufrir todo el sufrimiento que ellos producen, ya que cuando el sufrimiento o la crisis han llegado al límite de lo soportable o de lo peligroso, como lo es el daño a la integridad física, psicológica o emocional, es cuando se produce la saturación, el entendimiento y la liberación, que es cuando eso tan terrible afuera logra por fin hacer que la persona cambie su atención del afuera para el adentro, para que logre identificar su sombra como la causa del problema externo, hasta que se haga  responsable de sus defectos y sane la situación.

La persona es capaz de soltar la relación de amor-odio cuando ya está lista para asumir su sombra e iniciar el proceso para sanarla, ese es el punto en donde aparece la difícil prueba que contiene la liberación, el alma atrajo ese momento por sincronía, por eso nada se busca sino que todo llega, todo es perfecto, pero cuando uno esta dividido entonces se desconecta de la esencia y llega el sufrimiento, como terapia para desbloquear algo.

Tanto el conflicto como las prisiones infierno forman parte del mismo mecanismo de choque que utiliza la vida para liberar a las personas de sus defectos inconscientes más grandes y difíciles de sacar, sólo que este mecanismo funciona en dos niveles, el arquetipo del conflicto en las relaciones es una alerta naranja que corresponde al nivel de llamado de atención o advertencia, y el arquetipo de las prisiones infierno que generan sufrimiento e indefensión aprendida, son una alerta roja que corresponde al nivel de crisis de no correspondencia, lo cual genera una tensión que busca descargarse, y esto es lo que finalmente logra terminar o resolver la relación. Estos dos arquetipos los manda la vida cuando necesita que la persona trascienda un defecto o antivalor que no ha podido ver ni sanar por las buenas, como mecanismo de choque para que vea afuera los defectos psicoemocionales que tiene de manera inconsciente, y se haga responsable de ellos hasta que aprenda a manejarlos de forma equilibrada y saludable.

La madurez emocional es la clave de la sanación, ya que permite a la persona no quedarse quejando y peleando con lo maluco del conflicto y de la prisión infierno, y poder concentrarse en las cosas positivas de la relación, o sea que tener madurez emocional significa tener en cuenta la sombra del otro, para así saber manejar sus defectos y antivalores cuando estos aparezcan, en lugar de que la inmadurez emocional de las dos personas empiece a sabotear la relación hasta que la haga colapsar del todo, en síntesis, la madurez emocional permite reaccionar de una manera adecuada y no desbocada, frente a las cosas malas de los demás y de sí mismo.

 

Encuesta Nacional de Demografía y Salud

Esta encuesta realizada en Colombia en el año 2016, rebela información sobre aspectos relacionados al fenómeno de las relaciones de amor-odio, lo que nos muestran de una manera científica “la crisis del amor en los tiempos del desamor”, estos son algunos de los datos más relevantes:

  • Más del 50% de los nacimientos son hijos no deseados.
  • Los hijos en los hogares están mermando a dos.
  • El 36.4% de los hogares tienen a la cabeza una mujer.
  • El 12% de los hogares en Colombia son unipersonales.
  • 66% de mujeres y el 75% de los hombres reportan violencia intrafamiliar.
  • La agresión de los hombres es física, y la agresión de las mujeres es psicológica.
  • 64% de las mujeres y el 74% de los hombres reporta violencia psicológica.
  • Los hombres no se quejan por cuestión de pena, por eso su condición de víctimas se ve más reflejada en las encuestas que en las comisarías de familia.
  • Las mujeres les toca salir a trabajar y por eso se da un fenómeno de abandono de niños, que quedan expuestos a los peligros de vicio, la delincuencia, la prostitución.
  • El 60% de inmigración del país son mujeres, que van buscando sostener el hogar o salir adelante.

 

 

Artículo extraído del libro:

“Manual de Paz y Posconflicto Urbano”.

Autor: Juan David Silva Aguirre.

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