Niveles de Violencia

La violencia no es una sola ya que tiene clases, campos y niveles, o sea que existen varias clases de violencia como física, psicológica, sexual, simbólica, política o prenatal, también existen varios destinatarios o campos de la violencia como por ejemplo violencia infantil, racial, de género, delincuencia o insurgencia, y por último existen seis niveles de violencia que son: Intolerancia, enojo, odio, ira, agresividad y violencia asesina, por lo general los tres primeros se manifiestan de manera mental o verbal, pero los tres últimos implican manifestaciones físicas.

 

  1. Intolerancia o Indiferencia

La intolerancia es un rechazo o fastidio que se da frente a la diferencia, frente al error y frente al fracaso, se produce cuando en una persona se juntan tres factores: psicorrigidez, importancia personal e inmadurez emocional. Tiene la capacidad de generar desde incomodidad hasta rabia. La indiferencia es una forma pasiva y camuflada de la misma intolerancia, ya que otra forma de eliminar aquello que desagrada es haciendo que esto deje de importar, con lo cual se borra del campo perceptual.

 

  1. Enojo

El enojo es una emoción que surge de manera natural en personas con inmadurez emocional, cuando se les frustra el deseo en dos situaciones básicas, cuando un error de otro alcanza a afectarlos, y cuando las cosas no les salen como estaban planeadas. Una persona con la mente madura cuenta con tolerancia ante la frustración, por eso cuando se enfrenta con la adversidad o con la diferencia, no reacciona sintiéndose mal y poniéndose agresiva, sino aceptando la situación, sublimando la energía tóxica, entendiendo al otro, y corrigiendo el error con amor.

El enojo se puede expresar de tres formas básicas: De manera verbal con rabia, de manera verbal sin rabia, y de manera silenciosa o simbólica, como por ejemplo quedarse callado en medio de la conversación, dejarle de hablar a la otra persona, colgar el teléfono, ser sínico, decir ironías, montar calumnias, modificar negativamente los hábitos o el tono de la voz.

Detrás del enojo la persona está defendiendo principios o aspectos importantes, por eso éste se caracteriza porque no pasa rápido, a menos que haya una disculpa sincera o una reparación del daño. El enojo es una respuesta emocional condicionada, que se puede manejar para que pase rápido, y también se puede prevenir para que no vuelva a dar. Cada enojo que sale es muy bueno en el fondo, ya que es la oportunidad de descubrir un temor o aspecto propio enfermo, para trabajarlo y sanarlo, con el objetivo que ya no moleste más.

 

  1. Odio

Casi todos los niveles de violencia tienen en común que son una reacción frente a una frustración o peligro que ocurre de forma espontánea en tiempo presente, en cambio el odio y la intolerancia no se generan en el instante mismo, sino que tienen profundas raíces que tocan el pasado personal, y mueven un contenido acumulado de emociones negativas que se convierten en pasión invertida, al punto de generar una predisposición negativa permanente que se instaura en el sistema de creencias de la persona, y actúa como motor de actos violentos premeditados y sostenidos en el tiempo, como se da por ejemplo en casos de venganza y de bulling.

Según la intensidad y el tipo de manejo, el odio se divide en potencial y manifiesto, o sea que es casi normal que a una persona le disguste tanto algo que llegue hasta odiarlo, pero cuando esta energía potencial es demasiado grande o cuando encuentra algún elemento detonante entonces es liberada a través de un acto violento que busca generar daño físico o psicoemocional.

 

  1. Ira

Cuando el enojo se deja desbocar o el odio sube a niveles muy altos entonces se convierten en ira, la cual es un disgusto muy fuerte que ciega a la persona y se expresa principalmente de forma verbal, a través de alegatos, insultos, pataletas, gritos y palabras ofensivas.

La ira se caracteriza porque es muy intensa, cambia la óptica y la personalidad mientras dure, y por lo general pasa rápido, o sea que no es una posición radical sino que es algo que se desvanece en el tiempo.

 

  1. Agresividad

Cuando la ira se deja desbocar se convierte en agresiones físicas como golpes y peleas, las cuales se generan debido a no saber manejar el instinto de defensa, que sale como respuesta al sentirse irrespetado o atacado, pero por lo general sale en un contexto no adecuado, como en la pareja, la familia, el estudio o el trabajo, e igualmente sale de forma desproporcionada a la ofensa inicial, en una manifestación violenta que busca hacer daño y que se toma inconscientemente como una especie de justicia privada, la cual puede incluir mensajes agresivos, intimidaciones, abusos, golpizas, y amenazas verbales que van desde simples advertencias hasta amenazas de muerte.

 

  1. Violencia Asesina

Cuando la agresividad se deja desbocar se convierte en violencia asesina, ya que cuando la ira crece de forma incontrolable llega hasta el punto en el que detona el instinto de defensa, que cuando no se sabe manejar se convierte en instinto criminal, y este es el origen de todas las golpizas brutales y de todos los homicidios que ocurren por fuera de la delincuencia y de la insurgencia, cometidos por personas del común como cualquier novio, esposo, conductor, hincha, vecino o padre de familia.

La violencia asesina se da en dos niveles, el primer nivel corresponde a las agresiones letales con armas peligrosas como palos, piedras, objetos corto-punzantes, armas de fuego, ácidos y venenos, y el segundo nivel corresponde a las venganzas y agresiones a las pertenencias o seres queridos del amenazado. Este tipo de violencia por lo general se desarrolla en contextos de intimidad con seres queridos, que agreden con o sin intención los aspectos en donde el otro tiene depositados sus sentimientos.

El perfil de quienes cometen actos de violencia asesina, son personas con brillante desempeño que manejan mucho poder económico o social, por lo general son líderes o personas carismáticas, queridas y deseadas por todos, pero debido a su poca humildad fusionada con otros factores como intolerancia, inexperiencia, psicorrigidez y perfeccionismo, esto hace que cuando se sienten agredidos o cuando un ser querido les contradice o comete algún error u ofensa, esto les detone una ira ciega que termina en un acto intenso de violencia.

 

 

 

Artículo extraído del libro:

“Manual de Paz Personal”.

Autor: Juan David Silva Aguirre.

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