Neuroestimulación y Cambio Momentáneo de Modo Cognitivo

La Neuroestimulación o activación momentánea del modo cognitivo espiritual, es el nombre técnico de los estados de trance o estados alterados de conciencia, producidos por las diversas metodologías psicoespirituales, estudia el funcionamiento de la cognición y la consciencia, y estudia el cambio momentáneo de modo cognitivo a partir de la estimulación sensorial contemplativa o Neuroarte, con el objetivo de crear prototipos para aplicarlos como terapia complementaria en diversos tratamientos psicológicos y médicos, y en otros campos como la educación, el entretenimiento, la ciencia, la ecología y el misticismo.

 

La Neuroestimulación Contemplativa, aparte de estudiar el Sistema de la Cognición y la Consciencia, también es una técnica para realizar el Cambio Momentáneo de Modo Cognitivo, que está basada en desacelerar la frecuencia de las ondas cerebrales a partir de estimulación sensorial contemplativa (Neuroarte), con el objetivo de incrementar la capacidad de procesamiento cognitivo, para que así la consciencia pase del Modo Cognitivo Físico al Modo Cognitivo Espiritual. Cabe aclarar que esta disminución en la frecuencia de las ondas cerebrales, se puede manifestar con consciencia, como por ejemplo en la meditación profunda, o sin consciencia como es el caso del sueño, y la diferencia radica en el tipo de técnica que se emplee.

 

El hecho que la consciencia tenga la propiedad de desplazarse a corto plazo por la línea de los Modos Cognitivos, de aquí se desprende uno de los principios neurocognitivos más importantes que rige la Realidad Interior, ya que funciona como si fuera el botón de una radio para cambiar las emisoras, desde el que se puede incrementar o disminuir intencionalmente el nivel de consciencia y la capacidad del procesamiento cerebral.

 

Este principio neurocognitivo es una ley de funcionamiento de nuestro cerebro, de nuestra cognición y de nuestra consciencia, que se puede comparar con la Teoría de la Relatividad de Einstein, y por tal razón lleva el nombre de “Ley de la Relatividad Neurocognitiva”, esto quiere decir que el mismo principio que descubrió Einstein para la Física Clásica opera a nivel cerebral y cognitivo, lo cual se puede observar muy claro haciendo el siguiente paralelo: El principio físico nos muestra que a mayor velocidad se desplace un cuerpo, más lento correrá el tiempo para este cuerpo, y el principio neurocognitivo nos dice que a mayor velocidad de procesamiento tenga el cerebro, menor capacidad para asimilar la información tiene la consciencia, y por el contrario, cuando el cerebro procesa lento, la consciencia tiene más tiempo para asimilar la información y entonces se aumenta la capacidad cognitiva; dicho de manera más simple: “A menor velocidad de las ondas cerebrales mayor capacidad de procesamiento cognitivo, y a mayor velocidad de las ondas cerebrales menor capacidad de procesamiento cognitivo”.

 

Cada hemisferio cerebral tiene una velocidad de procesamiento que equivale a la frecuencia de las ondas cerebrales, y una capacidad de procesamiento que equivale a los bits de información por segundo que capta la consciencia, a nivel cognitivo esta estructura del funcionamiento cerebral toma el nombre de “Modos Cognitivos Básicos”, lo que también se ha conocido como las dos personalidades del cerebro. Esta relación entre velocidad y capacidad, es una relación interdependiente regida por el principio neuropsicológico antes mencionado. Aunque cada hemisferio tiene una velocidad y una capacidad estable, cuando ocurre un cambio de modo cognitivo, esta velocidad y capacidad se modifican en la medida en que la consciencia se desplaza por la línea de los modos cognitivos.

 

Una analogía para entender la diferencia entre “Velocidad del Procesamiento Cerebral” y “Capacidad de Procesamiento Cognitivo”, es la siguiente: Una cosa es la velocidad a la que se viaje, y otra cosa es lo mucho o poco que se halla captado del viaje, algo muy parecido a la diferencia entre cantidad y calidad, o entre tener o ser, los cuales son como la cara y el sello de una misma moneda, o sea que no se mueve el uno sin que se mueva el otro, al igual que cuando un punto se mueve en el plano cartesiano, lo cual crea situaciones excluyentes. La analogía para explicar este caso es la siguiente: Es como si uno tuviera que desplazarse de un sitio a otro, en el menor tiempo posible y recogiendo unos paquetes distribuidos a lo largo del camino, para lo cual hay dos resultados extremos, o se llega de primeros y sin paquetes en las manos, o se llega de último pero con todos los paquetes; en este caso, como máximo, se podrían alcanzar resultados intermedios, pero lo que no parece posible físicamente es alcanzar los dos resultados extremos al mismo tiempo, o sea llegar de primero y con todos los paquetes, aunque cabe aclarar, que desde la perspectiva de la Realidad Interior si existe la posibilidad de cubrir ambos lados integralmente, como sucede en la Etapa Arcoíris del Proceso de Neuroactivación.

 

El Modo Cognitivo Físico corresponde al Hemisferio Izquierdo, que procesa a 40 bits de información por segundo, y vibra en las frecuencias que corresponden a las ondas cerebrales Gamma (más de 28 c/sg) y Beta (13 a 28 c/sg). Las ondas cerebrales Alfa (7,5 a 13 ciclos por segundo) corresponden a la transición entre los dos Modos Cognitivos, y el Modo Cognitivo Espiritual corresponde al Hemisferio Derecho, que procesa de 1’000.000 a 10’000.000 de bits por segundo, y vibra en las frecuencias que corresponden a las ondas Theta (3,5 a 7,5 c/sg) y Delta (0 a 3,5 c/sg).

 

Como en última instancia la percepción de la realidad, junto con el nivel de consciencia, y junto con la “capacidad” de procesamiento cerebral, dependen directamente de la “velocidad” de procesamiento cerebral en la que se encuentre el observador, esto quiere decir que cuando se disminuye esta velocidad de procesamiento, lo que se está logrando a nivel cognitivo es disminuir el porcentaje de agarre que la consciencia hace sobre la Realidad Física, y aumentárselo a la consciencia de la Realidad Espiritual, o sea que al disminuir el porcentaje del agarre también se afecta directamente la naturaleza del agarre, lo que genera el cambio momentáneo de modo cognitivo, sólo entonces la consciencia puede tener acceso a los sentidos internos, para poder vivenciar directamente la Realidad Espiritual y hasta tener experiencias en los Universos Paralelos, en esto consiste el proceso técnico de la Neuroestimulación Contemplativa para acceder al Modo Cognitivo Espiritual sin perder la consciencia. Sobre este punto es muy importante aclarar que, en el contexto de la Mecánica Psicobioespiritual, el término “Modo Cognitivo Físico” si es equivalente a lo que en la Psicología se conoce como “Consciente” o Estado de Vigilia, pero el término “Modo Cognitivo Espiritual” no corresponde a lo que en la Psicología se conoce como “Inconsciente”, ya que esta palabra hace referencia a la parte de la mente que recibe la información que no llega a la consciencia, y en cambio el término “Modo Cognitivo Espiritual” se refiere a cuando la consciencia tiene acceso a la información proveniente de la Realidad Espiritual.

 

Lo más importante de poder entender la Ley de Relatividad Neurocognitiva, es que esto posibilita desarrollar el método científico (Neuroarte) para mover la consciencia de un modo cognitivo al otro, y de esta manera poder beneficiarnos de las innumerables propiedades con las que cuenta el Modo Cognitivo Espiritual y la Realidad Espiritual.

 

 

Relación entre el Potencial Cerebral y el Modo Cognitivo Espiritual

Casi todos los seres humanos actuales utilizamos conscientemente sólo el Modo Cognitivo Físico, esto a nivel cerebral se conoce como “dominancia del hemisferio izquierdo”, lo cual nos eclipsa el Modo Cognitivo Espiritual, e imposibilita que nos movamos en la Realidad Espiritual de manera consciente, lo que nos pone un sesgo sobre la captación de la Realidad (inclusive a nivel científico), ya que nuestra consciencia queda percibiendo sólo la mitad de lo observado. Aquí yace la base científica del potencial cerebral, porque si a través del Modo Cognitivo Espiritual (hemisferio derecho) nuestro cerebro puede procesar más de diez millones de bits de información por segundo, esto quiere decir que si sólo utilizamos conscientemente el Modo Cognitivo Físico (hemisferio izquierdo) estaremos condenados a percibir eternamente cuarenta bits de información por segundo, un verdadero desperdicio si consideramos el total de nuestro potencial. Para activar este potencial cerebral desactivado y así superar nuestro pobre desempeño cognitivo, tendríamos que aprender a manejar conscientemente el Modo Cognitivo Espiritual.

 

El Modo Cognitivo Espiritual es una modalidad de funcionamiento de la cognición, del cual únicamente tenemos referencia a través de los estados alterados de consciencia (trance) y de los sueños, pero el sueño y el trances son sólo dos modalidades entre muchas posibles, de hecho sea que cada una de las modalidades para activar el Modo Cognitivo Espiritual corresponde a la estructura de una habilidad cognitiva específica, por tal razón, si la especie humana logra reconectar el Modo Cognitivo Espiritual se reactivarían los sentidos internos y se recuperarían muchas de nuestras habilidades perdidas, las cuales no son poderes especiales que sólo puedan utilizar unos pocos súper-humanos, sino que son propiedades naturales de la cognición y de la mente que todos podemos desarrollar.

 

Con el Proceso de Neuroactivación Colectiva que se está dando a través del Cambio de Paradigma Mental, quizá más pronto de lo que se cree estaremos visitando el terreno de Realidad Espiritual, con la misma consciencia que utilizamos en nuestra vida diaria, para ese entonces la ciencia ya habrá decodificado el manejo del Modo Cognitivo Espiritual, y esto se aprovechará para crear usos y beneficios en múltiples campos.

 

 

Relación entre el Modo Cognitivo Espiritual y la Realidad Espiritual

Como pertenece a una dimensión que no es física, por eso en la Realidad Espiritual no operan las leyes físicas, sino que operan otro conjunto de leyes que apenas estamos empezando a conocer, como por ejemplo las leyes que giran en torno a la Física Cuántica, el Electromagnetismo y la Energía Mental, la cual era llamada Energía Taquiónica por los egipcios, quienes la manejaban con propiedad y la aplicaban en la construcción de sus pirámides, muchas de las cuales (Ej: El Complejo de Saqqara) eran increíbles máquinas cuánticas que ayudaban a las personas comunes a incrementar su nivel de Consciencia, a activar el Modo Cognitivo Espiritual, y a visitar la Realidad Espiritual, también eran utilizadas por los sacerdotes de la Escuela de Misterios del Ojo de Orus, para instruir a sus alumnos en el arte de manejar los diferentes planos de la Realidad.

 

La Realidad Espiritual es la fuente en donde todos los grandes científicos, artistas y genios, han extraído sus mejores obras, ya que todas las cosas existen primero en la Realidad Espiritual y luego pasan a la Realidad Física. Sólo quienes aprenden a manejar el Modo Cognitivo Espiritual son capaces de traer un pedazo del otro lado de la Realidad y plasmarlo en este mundo a través de un invento, un libro, una pintura, un descubrimiento, una empresa, o un proyecto, por eso es que se dice que “la locura es la cantera en donde la ciencia extrae sus mejores logros”.

 

La Realidad Cotidiana es una fusión de las dos Realidades, por tal razón existen sutiles eventos que pasan invisibles ante nuestros ojos, a través de los cuales la Realidad Espiritual se entremezcla con la Realidad Física, es el caso de los accidentes, las enfermedades, los imprevistos, las sorpresas, las rachas de buena o mala suerte, los fenómenos paranormales, los milagros y la sanación. Igualmente, existen cosas de la vida cotidiana que son comunes para todos, pero que pertenecen más a la Realidad Espiritual que a la Realidad Física, como por ejemplo: la mirada, las emociones, los instintos el clima, los animales, el sentido, los bebes, el cielo, la naturaleza, el orgasmo, el arte, etc. La importancia, trascendencia o significado de estos elementos, sólo pueden ser captados por una persona que maneje el Modo Cognitivo Espiritual.

 

El ser humano valora la seguridad, la estabilidad y el control por encima de todas las cosas, a eso se debe que las estructuras sociales estén basadas en los hábitos y en la rutina, en consecuencia, el esfuerzo humano siempre ha sido para fabricar soluciones que logren defendernos y apartarnos de las impredecibles fuerzas provenientes de la Realidad Espiritual, de hecho ese es uno de los mayores logros de la civilización, crear medios como las grandes ciudades para que así podamos estar totalmente protegidos y seguros, pero esta seguridad es demasiado frágil, ya que como las fuerzas de las que huimos están metidas en la materia prima de la Realidad, entonces queda imposible escaparse de ellas. La verdadera solución para resguardarse de los peligros de la Realidad Espiritual, no es huir de ésta, sino aprenderla a conocer y a hacer uso de sus innumerables beneficios, a partir del manejo especializado del Modo Cognitivo Espiritual, así como lo hicieron nuestros ancestros.

 

Otro aspecto importante con respecto al manejo del Modo Cognitivo Espiritual, tiene que ver con las diferentes intenciones u objetivos para los que se utilice. En este sentido, es importante aclarar que este modo cognitivo no es ni malo ni bueno, simplemente es una herramienta en la que todo depende del propósito que se le ponga, como si fuera un cuchillo con el que se puede, desde pelar una fruta para comer, hasta matar a alguien. Por esta razón los usos que se le han dado al Modo Cognitivo Espiritual son múltiples y contrastantes. Los usos positivos más destacados, son: Comunicarse con la Naturaleza (animales, plantas, etc), terapias psicológicas, rituales de sanación, búsqueda de visión, conectarse con maestros espirituales, entablar amistad con aliados, realizar obras de arte, ver el futuro, buscar personas perdidas, tener regresiones, “hablar con Dios”, encontrarle solución a problemas, detonar los poderes mentales, conocerse a sí mismo, relajarse, etc. Los usos negativos más sobresalientes, son: La drogadicción y todo tipo de adicciones, hacer magia negra, conectarse con espíritus oscuros, matar a distancia, drogar a otras personas para robarles (escopolamina), hacer maleficios, etc.

 

 

Encuentro con lo Desconocido

Los encuentros directos con la Realidad Espiritual son de lo más variado y extremo, teniendo en cuenta que es una realidad muchísimo más grande y compleja que la Realidad Física, por lo tanto cubren un espectro muy amplio que varía de nivel y de tonalidad en cada persona, así como en la misma persona de una sesión a otra. Lo más característico de estos encuentros es que se dan al interior del ser, en una especie de viaje mental, que es tan tangible y palpable como cualquier experiencia en la Realidad Cotidiana, sólo que las emociones y las sensaciones adquieren una dimensión que nadie se imagina sino hasta que lo vive en carne propia, o sea que a través de la sensibilidad se adquiere la capacidad de explorar cualquier aspecto del mundo interior o exterior, como si fuera un microscopio electrónico, y por lo tanto los detalles se convierten en el elemento protagónico.

 

Cuando una persona ingresa en la Realidad Espiritual, experimenta sensaciones desacostumbradas tanto a nivel físico como psicológico, las cuales pueden variar desde lo más placentero hasta lo más desagradable, pero lo verdaderamente interesante es que cuando se logra activar el Modo Cognitivo Espiritual hasta alcanzar la Tercera y Cuarta Atención, ya que la experiencia es como si se entrara en una máquina súper avanzada de realidad virtual, para ver el mejor documental o película sobre el tema que más apasionante, pero éste no sólo se presencia con sonidos e imágenes, sino con experiencias directas y efectos especiales, que involucran todos los sentidos elevados a su máxima potencia, hasta lograr que la persona entre en el corazón mismo de todas las cosas que presencia. A este tipo de vivencias se les llama Experiencias Místicas o Estados de Unificación, las cuales no tienen punto de comparación en la vida cotidiana. Cabe aclarar que como pueden ser de buenas las vivencias en la Realidad Espiritual, así mismo pueden ser de terribles y peligrosas, por eso es tan importante la guía de un experto en el oficio, ya que moverse en los niveles profundos de la consciencia, es tan delicado como trabajar con electricidad o bucear o tirarse en parapente, y en esa medida es algo que no se puede tomar a la ligera.

 

 

Métodos de acceso a la Realidad Espiritual

Existen múltiples maneras para activar el Modo Cognitivo Espiritual y entrar en contacto directo con la Realidad Espiritual, pero por más que varíen en sus formas, todas están basadas en la disminución de la velocidad de procesamiento cerebral, para lo cual hay métodos voluntarios, involuntarios, individuales, colectivos, naturales, artificiales, etc.

 

Es muy importante aclarar que estas metodologías para activar el Modo Cognitivo Espiritual, no son únicamente los elementos que las componen sino también la manera de utilizarlos, el ejemplo más claro sobre esto ocurre con las plantas sagradas, que de acuerdo a cómo se empleen pueden ser droga o medicina, son droga cuando se consumen por fuera del contexto ritual, sin ningún protocolo o respeto, y sin más propósito que desaburrirse o huir de los problemas (enajenarse), y son medicina cuando se utilizan en un contexto místico-ritual, para conocerse a sí mismo y buscar claridad o instrucción. Estos métodos son tan poderosos, que el mismo medio que conecta a la persona con lo sagrado y con la autosanación, si no se utiliza de la manera adecuada, puede conducirla al infierno del desequilibrio mental, la drogadicción y la destrucción de su tranquilidad.

 

Hay dos cosas básicas para saber a cerca de la Realidad Espiritual, la primera es que tiene muchísimos niveles de profundidad, y la segunda es que cada nivel cuenta con numerosas direcciones o localizaciones (Universos Paralelos) que pueden ser visitadas y manejadas, es algo así como una escalera con muchísimos escalones de arriba hasta abajo, y cada escalón cuenta con un arco iris con todas las tonalidades, desde la más clara hasta la más oscura.

 

Teniendo en cuenta que todos los métodos de acceso a la Realidad Espiritual son diseños con estructuras diferentes, en ese sentido cada método es un camino especializado para conectar con un nivel de profundidad específico, y con una tonalidad específica de ese nivel; de hecho todas las culturas que se han relacionado con el otro lado de la Realidad, han tenido que desarrollar mecanismos de conexión  especializados para consolidar esta relación. El Ser Humano lleva en promedio 5.000 años desarrollando estos mecanismos, por lo tanto las culturas antiguas son las que más tiempo y dedicación han invertido en la creación de tales diseños de conexión interdimensional. Por eso casi todos los métodos de acceso a la Realidad Espiritual son técnicas antiguas y aborígenes clasificadas como Metodologías Psicoespirituales, o también conocidas como Tecnologías de lo Sagrado, dentro de las cuales se encuentran las siguientes:

 

• Prácticas Espirituales: Meditación, yoga, ejercicios Zen, prácticas tártricas, Kundalini Yoga, oración mística, tai chi, rituales sagrados, festivales y fiestas religiosas,
• Rituales chamánicos: Caminatas de poder, búsquedas de visión, ritos de paso, ejercicios de recapitulación, enterrarse en la tierra, ejercicios de “no hacer”, el arte de ensoñar.
• Plantas Sagradas o Enteógenos: Peyote, Hongos (Teonanacatl, Psilocybe, Amanita Muscaria), Yagé (Ayahuasca), Cannabis, San Pedro, Iboga, Tabaco.
• Animales Psicodélicos: Las secreciones de la piel del sapo Bufo Alvarius, el pez del pacífico Kyphosus Fuscus.
• Técnicas de Respiración: Pranayama, Respiración Holotrópica (hiperventilación), Respiración Sufí, Oxigenoterapia.
• Danza y movimiento: Los giros de los derviches, Tai chi, la meditación dinámica de Osho, la biodanza, la danza de los lamas, la danza del fuego, las danzas tribales y ancestrales..
• Tecnologías Sonoras: Músicas místicas del mundo, músicas tribales y aborígenes, sonidos atmosféricos, sonidos de la naturaleza (animales, mar, cascada, riachuelo, viento), cantos ancestrales y arrullos indígenas, mantrams, canto gregoriano, música Zen, instrumentos étnicos e indígenas, didjeridú australiano, cascabeles, sonajeros, campanas, gongs, cuencos tibetanos, los ritmos hipnóticos con percusión chamánica y toque de tambores, y en general todas las músicas místicas del mundo.
• Privación Sensorial y Aislamiento: Privación de descanso, privación de sueño, retiro en el desierto, retiro en cuevas, en la cima de montañas y en lugares nevados.
• Medios Fisiológicos: Fotosensibilidad (Estroboscopio), ayuno, privación del sueño, sobrecarga sensorial, actividad física sostenida, purgas o laxantes, temperaturas extremas (Ceremonia del Sudor), aromas sagrados, procedimientos extremadamente dolorosos como: La danza del sol, la circuncisión, las escariaciones, la limadura de dientes, los tatuajes, la marca de fuego.
• Arquitectura Sagrada: Monasterios, templos, catedrales, mezquitas, jardines zen.
• Decoración Contemplativa: Mandalas y fractales, decoración mística, decoración eco-rústica, iconografía y geometría sagrada, imágenes de dioses y deidades, vestidos ceremoniales, arte étnico y tribal, objetos de poder: báculos, instrumentos, altares.
• Terapias Vivenciales: Neuroarte o Neuroestimulación Contemplativa, Experimentos de la consciencia, Terapia Perceptual Afectiva, Musicoterapia GIM, programas virtuales de imagen y sonido, estimulación sensorial de alto impacto.
• Por Generación Espontánea: Estigmas, crisis de emergencia espiritual, desdoblarse o salir en astral, desestructuración del yo, casos espontáneos de esquizofrenia y psicosis, casos de iluminación espontánea, canalizaciones involuntarias, al realizar alguna actividad relacionada al tótem personal.
• Situaciones Peligrosas o Negativas: Situaciones de alta carga emocional negativa, crisis psicoespirituales, circunstancias muy desfavorables y amenazadoras, intenso sufrimiento emocional o físico, accidentes, enfermedades y dolor, cuando la integridad o supervivencia se ven amenazadas, depresiones profundas, tendencias suicidas, estrés crónico, exceso de trabajo, crisis muy agudas o crisis vitales, rupturas o pérdidas emocionales, experiencias cercanas a la muerte, heridas y operaciones peligrosas, la muerte de un ser querido, enfermedades terminales.
• Situaciones Cotidianas: Situaciones de alta carga emocional positiva (ganarse la lotería, recibir un regalo anhelado), la naturaleza, interactuar con animales, todas las artes (música, baile, poesía, cine, pintura), música electrónica y música goad, deportes extremos y actividades atléticas, la belleza del cuerpo y la cara, estar enamorado, placer sexual, embarazo y parto, parques de diversiones, rumbas electrónicas (Raves), juegos pirotécnicos, rumba y licor, realidad virtual, juegos de video, juegos de Rol.

 

 

Artículo extraído del libro:

“Neuromisticismo y Conexión Trascendente”.

Autor: Juan David Silva Aguirre.

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